El Viejo Molino tiene un nombre importante en la gastronomía local que hoy  se destaca por una cocina en donde la leña y el horno de barro son los protagonistas.

Ademas cuenta con fábrica de cerveza artesanal -La Dolavense-, cocina al aire libre, cocktelería de autor y una gintonería con 15 marcas nacionales.

Te invitamos a conocerlos

SU HISTORIA
Los molinos harineros fueron un gran impulso económico, dado que procesaban directamente el grano de trigo en la zona donde se producía.
Comenzó a operar en el año 1927. No era el más grande en cuanto a capacidad, comparado con los otros molinos que había en Dolavon.
Normalmente funcionaba unas 14 horas diarias, produciendo 10 bolsas de harina, 3 de salvado de trigo y 2 de semolín.
Se mantuvo en funcionamiento durante 20 años, hasta que por motivos económicos se dejó de producir trigo en el valle. A principios de los 90 el molino reabrió sus puertas, para nuevamente poner su maquinaria en marcha y manufacturar harina pero, esta vez, traída del norte del país. Solo 3 meses de puesta en marcha y nuevamente se cerraron sus puertas. El costo de producción no era rentable.
Poco tiempo después, el municipio en conjunto con el Instituto William C.Morris, reabren las puertas del molino como atractivo turístico. Así lo mantuvieron abierto a la comunidad, poniendo a veces su maquinaria en funcionamiento para mostrar el proceso productivo.